San Fernando reconoció a mujeres que cuidan y ayudan al “Pueblo Nueva Esperanza”
Por su esfuerzo para proteger la Reserva de Biósfera del Delta del Paraná y fortalecer la comunidad de vecinos y productores, autoridades del Municipio reconocieron a Sabrina Mazzarón y Sandra Arzamendia, encargadas del Centro de Capacitación del Río Carabelas.
Entre la planta continental de San Fernando y el Pueblo ‘Nueva Esperanza’ del Río Carabelas, en el límite de la 2da Sección del Delta del Paraná, se interponen dos horas de viaje por ruta a través de tres ciudades y tres cruces en balsas transbordadoras. Es uno de los territorios sanfernandinos más alejados y el único acceso a las Islas que puede hacerse en automóvil para llegar al Centro Municipal de Capacitación a cargo de Sabrina Mazzarón y Sandra Arzamendia, mujeres de una destacada dedicación por la comunidad isleña y la preservación del medio ambiente.
Su esfuerzo es notable e imprescindible, lo que motivó a la Subsecretaria de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Eva Andreotti, reconocerlas y compartir con ellas una jornada de actividades: “Conocimos a dos grandes mujeres encargadas de todo el dispositivo municipal, el corte de pasto, el mantenimiento, tareas administrativas, la organización de los talleres y que la Escuela N°26 pueda tener agua potable”, comentó la funcionaria acompañada del Concejal Pablo Peredo y el Director Gral. de Medio Ambiente, Gabriel Tato.
“Agradecemos y revalorizamos su trabajo, queremos hacerlo cercano a todos los vecinos y que conozcan lo que hace el Municipio en el Delta”, agregó Eva Andreotti. Su visita a ‘Nueva Esperanza’ se produjo en el marco del plan integral EcoSanfer del Municipio de San Fernando para potenciar acciones a favor de la sustentabilidad y la ecología.
Sabrina Mazzarón tiene 30 años y siente orgullo por su responsabilidad: “Es genial tener un trabajo constante en el Delta y un honor que esta dependencia salga adelante en manos de dos mujeres. La Isla es todo para cuidar, aprender a reciclar los residuos, cuidar los ríos y el ciervo de los pantanos, y evitar los incendios forestales. Nosotras desde este lugar hacemos un esfuerzo enorme”.
“Con mi compañera nos complementamos muy bien para que la dependencia se vea en las mejores condiciones -continuó- así también puedo realizar tareas administrativas como guías municipales y del SENASA para el traslado de hacienda de productores ganaderos, y tareas de acción social como repartir mercadería en esta etapa de pandemia”, completó Sabrina.
En el Pueblo conviven varias familias que realizan actividades productivas y dependen del agua potable que Sandra Arzamendia filtra y descontamina en el Centro de Capacitación, con un profundo sentido de pertenencia: “Nací en el Delta, en el Hospital de Boca Carabelas (N. de la R.: se refiere al Hospital Municipal ‘Dr. Do Porto’, renovado y ampliado en 2019 por el Municipio de San Fernando); crecí en Nueva Esperanza, es mi lugar y me encanta”, expresó.
“Estoy acostumbrada a hacer muchas cosas y aprendo enseguida, hasta manejar un tractor; me encargo de cortar el pasto, potabilizo el agua y de arreglar lo que se necesite. Les pedimos a los vecinos que nos ayuden a cuidar las Islas”, agregó Sandra.
A partir de la visita de las autoridades municipales y como agradecimiento por su labor, el Intendente Juan Andreotti publicó sus testimonios en redes sociales y las definió como “un orgullo sanfernandino”, e invitó a los vecinos a conocer más historias de dedicación y esfuerzo por el cuidado del medio ambiente en el Instagram y el Facebook de la página @Eco_Sanfer.