Según el INDEC, decil más rico del país gana 25 veces más que el sector más pobre
Se trata del crecimiento más alto en la desigualdad desde que empezó a medirse la nueve serie de la EPH en 2016. El ingreso promedio en la Argentina subió solamente un 32% en los últimos 12 meses, en comparación con una inflación que fue del 42%.
La desigualdad se profundizó durante la pandemia en medio de la pérdida de ingresos, la caída de los salarios y el aumento del desempleo. El deterioro social fue reflejado este jueves por el INDEC al difundir los datos de distribución del segundo trimestre del año.
Entre quienes contaron con algún ingreso, el ingreso promedio fue de $28.769 y el 80% percibió menos de $37.000, un 32% más en relación a los $28.000 del año pasado, ante una inflación anual del 42% en el mismo lapso.
La brecha de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre se amplió del 20 a 25 respecto al mismo período del año pasado. Esto es así porque el coeficiente de Gini por miembro de familia pasó de 0,434 a 0,451.
El coeficiente es un indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso. Toma valores comprendidos entre 0 y 1. Cuanto más se aproxima a 0, mayor es la igualdad de ingresos. Y ocurre lo contrario cuanto más se acerca a 1.
La distancia entre los ingresos también creció durante el 2020, al pasar del 23 al 25. Lo que el coeficiente de Gini reflejó en un aumento del 0,444 a 0,451. El INDEC indica, no obstante, que el primer y cuarto trimestre se ven afectados por el aguinaldo.
La nueva serie de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) muestra que el indicador comenzó a disminuir desde el segundo trimestre de 2016 desde un valor igual al alcanzado ahora hasta que a principios del 2018 inició con oscilaciones una tendencia ascendente, al ritmo de la crisis económica y el deterioro del empleo.
Los datos del segundo trimestre indican que sobre una población total de 28,5 millones de personas, 17,4 millones percibieron ingresos (salarios, jubilaciones, subsidios, etc) y 11 millones integraron la población que debe ser solventada por quienes disponen de un empleo o perciben ingresos.