A pesar la pandemia, cuatro sectores de la economía ya están mejor que en el último año de Macri
La estabilidad cambiaria, las políticas de promoción industrial y las nuevas prioridades impulsan a la industria, la construcción, el agro y la energía.
Mientras algunos sectores siguen en los subsuelos de nivel de actividad, otros están mejor que en el último año del gobierno de Macri. Y son precisamente estos últimos los que pueden dinamizar la inversión y el empleo este año.
La consultora Analytica identificó a tres de ellos: la construcción, la agroindustria y la energía porque por su potencial para financiarse fuera del país, por su uso de capacidad instalada y por la demanda que enfrentan, están en condiciones de traccionar las exportaciones y mover la aguja de la inversión y, en segundo lugar, del empleo.
"Hasta no estabilizar la macro, el objetivo del gobierno debe ser facilitar el desarrollo de aquellos sectores que, a pesar del contexto, tienen posibilidades de incrementar su capacidad productiva, aumentando el ingreso de dólares y creando empleo al mismo tiempo. Agroindustria, construcción y energía, los indicados", señaló la consultora en su último informe en el que proyecta para 2021 otro año de estanflación.
El caso de la construcción reúne varios componentes que lo posicionan como uno de los sectores que ya está mejor que a fines de 2019. Uno de ellos fue el cambio de hábitos: a lo largo de la cuarentena, la autoconstrucción y la microconstrucción con arreglos hogareños y remodelaciones y ampliaciones logró sostener el nivel de consumo de insumos y buena parte de la mano de obra cuentapropista. Muchas familias lo que no pudieron gastar en entretenimiento y turismo lo volcaron a poner a punto sus casas y adaptarlas a los nuevos requisitos de home-office y home-school, destacó el último informe del Grupo Construya.
Esto también se vio reflejado en el consumo de electrodomésticos que ya en la primera mitad del año mostró crecimiento en las ventas en la comparación con iguales meses de 2019. Para el tercer trimestre de 2020, por ejemplo, la cantidad de computadoras vendidas trepaba un 14,8% interanual (vs. una caída del 65% el año previo) y la de heladeras subía 10% (vs. -12,6%). Así y todo, muchos bienes como televisores seguían con caídas (-10,9%), pero notoriamente menores que las de 2019 (-16,7%), pero la tendencia era a la recuperación en prácticamente todos los segmentos, de acuerdo al Indec. Esto no evitó la pérdida de empleos: a septiembre el comercio de electrodomésticos empleó a 1.928 personas menos que un año atrás.
Los últimos datos oficiales de la construcción muestran una evolución similar. Para diciembre no solo se registró un nivel de actividad 4,3% mayor que el de un año atrás; sino que fue el valor más alto desde febrero de 2019 y con inercia para seguir mejorando. Sin embargo, por la naturaleza del tipo de obras que se realizaron a noviembre el nivel de empleo en el sector todavía estaba 16,3% debajo del de igual mes de 2019.
La reactivación de la obra pública y la alternativa del dólar-ladrillo como instrumento de ahorro sugieren que el sector va a seguir creciendo en 2021 pese a los cuellos de botella que se observan en materiales como el cemento y el hierro; y la reducción de más de un tercio de la superficie autorizada a construir.
La industria en su conjunto también recuperó su nivel pre-pandemia. En diciembre además alcanzó el nivel de julio de 2019, el más alto de todo ese año. Y de hecho, a diferencia de los sectores anteriores, hizo que el empleo sectorial creciera 0,3% interanual. Pero su situación es muy heterogénea: mientras que el repunte del acero muestra una industria con más producción que en 2019, la industria textil o la de los alimentos sigue en caída.
"Es un dato que hoy la industria está en condiciones de aumentar su producción sin la necesidad de incrementar la inversión. Su actividad ya recuperó los niveles pre pandemia; en diciembre creció 5% respecto de un año atrás. Sin embargo, apenas opera al 62% de su capacidad instalada, con sectores como el automotriz y textil por debajo del 50%. En una economía donde el consumo explica el 70% del producto, la caída de la demanda interna, ligada a los ingresos y al empleo, es el principal obstáculo para dinamizar la inversión. Al cierre del 2021, el salario real acumulará una caída del 24% en cuatro años", señaló Analytica.
Así, con las inversiones ya existentes, la industria tiene margen para incorporar mano de obra e insumos; pero las trabas para los insumos importados y la insípida expectativa de recuperación del consumo interno se conjugan como freno para su rápido crecimiento generalizado. Más bien será un crecimiento por nichos.
En el sector destacan que el horizonte de estabilidad cambiaria que marcó Guzmán les ha permitido recuperar parte de lo perdido.
Así, en el caso de la agroindustria, desde Analytica destacaron la situación del cerdo que, pese al aumento del precio de los granos con los que se los alimenta, enfrenta una demanda en el extranjero muy alta, en especial de China, donde la proporción de productos porcinos argentinos es muy baja. Algo que también sucede con la carne vacuna.
Otro tanto ya sucedió con los vinos, hasta diciembre la producción había aumentado un 14% interanual y las proyecciones de exportaciones en el sector también indican que seguirán creciendo.
La producción energética también tiene nichos para la inversión y ya muestra mejores niveles que al final del mandato de Macri. En especial en el caso de la perforación no convencional, aunque no en el conjunto de la producción (que en diciembre seguía 5,5% por debajo del nivel de 2019). En este sentido, en Analytica explican que "Más allá del aumento en el precio internacional, las mayores perspectivas del sector energético están dadas por las señales que dio el gobierno con el relanzamiento del Plan Gas. Al garantizarle a los productores un precio y la demanda de Cammesa, generó un marco de previsibilidad que incentiva la producción. Uno de los principales beneficios para el gobierno es sustituir importaciones por USD 5.600 millones hasta 2023".