25 de marzo de 2025

En San Clemente seinsertaron una tortuga de 200 kilos en el mar

Después de cuatro días de rehabilitación, la tortuga laúd regresó a su hábitat. El animal había sido hallado por turistas en Costa Azul.

Una tortuga laúd (Dermochelys coriacea) de más de 200 kilos de peso y 1,4 metros de extensión regresó al mar durante la tarde de ayer, luego de un complejo operativo para trasladarla aguas adentro en San Clemente del Tuyú.

El reptil había sido encontrado durante la mañana del jueves 18 de marzo por turistas en las playas de Costa Azul, quienes dieron aviso a la Fundación Mundo Marino. Si bien los profesionales del organismo montaron una guardia para monitorear la condición y el comportamiento del animal, durante ese lapso continuó mostrando comportamientos anormales.

"Incluso con nuestra ayuda tampoco demostraba voluntad para encarar las olas y alejarse de la costa", explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate. Fue por eso que finalmente decidieron trasladarla, con la ayuda de Defensa Civil y turistas que se ofrecieron como voluntarios.

Una vez en las instalaciones de la Fundación, especialistas tomaron muestras de sangre y material fecal de la tortuga y se le realizó una ecografía. “Externamente el animal parecía estar en buen estado; no tenía signos evidentes de interacción con redes de pesca o de colisiones con embarcaciones que, lamentablemente, son situaciones que suceden", describió Rodríguez Heredia. Lo que sí pudieron comprobar fue que el animal se encontraba deshidratado y bajo de peso.

El animal fue devuelto al mar en la costa de San Clemente del Tuyú

“Se recomienda que la permanencia de estas especies en centros de rehabilitación sea lo más breve posible ya que son animales con muchas particularidades, como ser animales de profundidad y migratorios, que se alimentan exclusivamente de fauna gelatinosa. Es difícil generar una dieta de soporte que replique los nutrientes que aporta ese tipo de fauna, comúnmente conocida como medusas o aguas vivas”, agregó respecto de los tiempos de rehabilitación.

Una vez que el animal recuperó su nivel de hidratación a través de una fluidoterapia, se le suministró antibióticos a nivel intramuscular para evitar la aparición de posibles infecciones y se le realizó una sesión de inmunoterapia.

Luego, para darle el alta y determinar si el reptil estaba listo para regresar a su hábitat en San Clemente, se le hizo una segunda muestra de sangre. "La noche previa a su reinserción, tomamos la muestra y ya observamos que los valores sanguíneos recuperaron los rangos que eran normales para esta especie. Además el animal ya mostraba muy buena actitud, distinta a la que mostró al momento de su rescate e ingreso a nuestro centro", explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación.

Las tortugas laúd son las únicas representantes de la familia Dermochelyidae. Las otras seis especies del mundo son de la familia Cheloniidae, pero las primeras no tienen caparazón, sino una gruesa capa de piel similar al cuero sobre la que se extienden 7 crestas longitudinales. Por eso también reciben el nombre de “tortuga de siete quillas”.

Estos animales pueden medir hasta 2 metros y pesar 500 kilos. Tienen una distribución amplia en océanos de todo el mundo llegando, incluso, a soportar aguas de temperaturas bajas. Las que llegan a las costas bonaerenses provienen de Gabón, en la costa oeste de África.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el estado de conservación de la especie está clasificado como "vulnerable" a nivel global, mientras que en la región del Atlántico Sudoccidental se encuentra en peligro crítico de extinción.