2 de noviembre de 2024

Alberto lo cruzó Lacalle Pou: "Si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. "

"No puede ser que el Mercosur sea un lastre, no estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse", afirmó el presidente de Uruguay y calentó la reunión por los 30 años del bloque.

Lo que iba a ser una cumbre formal de recuerdo de los 30 años de la fundación del Mercosur terminó en un duro cruce en el que quedaron expuestas las enormes diferencias entre los países miembros. 

La frase que desató la polémica fue la del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien cuestionó la falta de avances en la flexibilización del bloque para que cada país pueda firmar tratados de libre comercio. Lacalle Pou trató al Mercosur de "lastre" provocando el visible enojo de Alberto Fernández, ya que, Argentina es el único país del bloque que no está de acuerdo con flexibilizarlo tal como lo proponen sus socios. 

"Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse", disparó el uruguayo. 

La respuesta de Alberto no tardó en llegar y retrucó: "Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento, no queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho". "Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mí es un honor ser parte del Mercosur", insistió el presidente.  

Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse

El debate sobre la reforma del Arancel Externo Común (AEC) no es nuevo, se remonta a las discusiones internas durante los gobiernos progresistas en donde Uruguay y Paraguay presionaban a Argentina y Brasil para conseguir esos beneficios teniendo en cuenta el tamaño de sus economías. 

En ese entonces, también existieron tensiones. Por ejemplo, cuando en la previa de la cumbre del 2013 en Montevideo, el gobierno de Pepe Mujica coqueteó con sumarse a la recién creada Alianza del Pacífico y rápidamente tuvo que aclarar esos dichos el entonces Canciller Luis Almagro. 

El AEC sistema por el cual se clasifican e identifican todo el universo de mercancías. Cada una tiene adjudicado un valor, expresado en porcentaje, llamado Arancel que es el impuesto que pagará cada mercancía al ingresar al Mercosur por cualquiera de sus Estados Partes. Los Aranceles se ubican entre el 0% y el 20%.

Según la definición del propio bloque, el AEC es una condición necesaria para que el Mercosur pueda convertirse en un único territorio aduanero que, unificado, hace posible la libre circulación de las mercaderías, facilitando enormemente los intercambios y permitiendo que se manifiesten las ventajas de la especialización utilizando lo mejor posible las potencialidades de cada empresa.  

Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mí es un honor ser parte del Mercosur

Estas diferencias se acrecentaron en este tiempo y Brasil, Paraguay y Uruguay lo reclaman de manera constante frente a la negativa de Argentina. Si bien en una primera instancia, Bolsonaro fue quien llevó la voz cantante, con el tiempo Lacalle Pou se convirtió en el mayor defensor del aperturismo.  

Para el Frente de Todos es un debate incómodo porque no puede retirarse de ninguna negociación y al mismo tiempo tiene que evaluar la posibilidad de ceder y al mismo impedir que cualquier apertura perjudique a la industria. 

Como sea, este tema se repetirá en las próximas cumbres porque nada indica que se llegue a un consenso en el corto o mediano plazo. Desde Cancillería le restaron importancia al cruce y consideran que no hay riesgo de una ruptura del bloque mas allá de que Alberto le propuso a su par uruguayo "buscar otro barco". 

Como en otras ocasiones, Mercosur seguirá existiendo y conteniendo las enormes diferencias entre sus socios.